No uno más
No seas el común de los
mortales
que arrodillados se los ve,
por el temor,
defiende tu verdad
con el fervor,
de esa flor que nació en los
pastizales.
No agaches la mirada,
mira al frente,
has sentir que los que gritan
no intimidan,
y aun goteando la sangre
de tu herida,
camina erguido sin nunca
detenerte.
Que el poder, ¡que poder!
no te domine,
detesta al que se arrastra,
al obsecuente,
si tienes que pedir
hazlo consiente,
que algún día pedirán aquel que
pide.
La honradez y la verdad que
sean coraza,
si la sostienes
no podrán dañar tu suerte,
siéntete orgulloso en el espejo
al verte,
que son pocos los que quedan de
tu raza.
Que sepan que no estarás
inerte,
como el común
sentado a ver qué pasa.
DARDO CAMPOSTRINI
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