El
plato.
En la
mesa grande
un
plato ha sobrado,
porque
la costumbre
lo
volvió a poner,
es el
medio día
cuando
ella llegaba,
la
esperaba siempre,
juntos
a comer.
Sobró
la comida,
nadie
la ha probado,
hasta
el apetito
de él
se marchó,
no se
acostumbra
a
tanto silencio,
Comió
bien el perro,
Después
se acostó.
La siesta
es sagrada,
habito
de pueblo,
juntos
abrazados
el, la
acostumbro,
cortando
el día
seguían
sus labores,
pero aquella
tarde,
Ni el
sueño llego.
Fueron
muchos años,
no se
dieron cuenta,
de lo
que tenían
diciéndose adiós,
pero
el al sentarse
sobrándose un plato,
sintió
que la amaba,
cuando
la extrañó.
Dardo
Campostrini.
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