Perdiendo
el tiempo.
En la sala de
espera de la vida,
esos seres
todos tristes allí sentados,
esperando que
le den los resultados,
como si eso
retrasara la partida.
El dinero, la
fortuna, la codicia
el hacer para
marcar la diferencia,
pobres seres
infelices sin conciencia,
que no paran
a vivir por la avaricia.
Si ya está,
lo lograste tienes techo
y un futuro
que te ves asegurado,
¿No es mejor
disfrutar un ser amado?
que seguir
perdiendo el tiempo si estas hecho.
O será que no
quieren encontrarse,
con la triste
realidad que nada queda,
el hacer y
acumular causa ceguera,
hace tiempo
que dejaron ya de amarse.
No se engañen
que no engañan, a animarse
no hay
candados, está abierta esa tranquera.
Dardo
Campostrini.
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