Recordándote.
Y yo no quería que la noche
se fuera,
la realidad
no quería que ella
se fuera,
sabía que
todo terminaría
cuando el sol
saliera,
cuando el
Domingo terminara.
Que rápido
paso el viernes,
el sábado fue
intenso
y el Domingo
qué triste
sentí el sol,
quise ponerle
un freno al
tiempo
techar el horizonte
para que el
sol no pudiera
esconderse,
pero se
escondió aquella tarde
bajo la
sombrilla de unas nubes
llenas de
agua
que lloraban
tu partida,
quise comer
tu boca
y robarte
todos tus besos,
quise, pero estaba
escrito,
decidido,
era un tiempo
de verano
un regalo que
nos dimos,
nunca más
volverías,
nunca más
bebería de tu boca
ni comería de
tu mano
aquellos manís con cerveza,
solo quedaron
sonrisas
cómplices al
pasar,
esas nunca se
fueron,
como nunca se
fueron
mis ilusiones,
la ilusión de
volver a vivir
otro sábado,
otro Domingo
queriendo
techar el horizonte,
mirando el
sol caer desde
el balcón de
mi vida.
Dardo
Campostrini.
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