SOÑAR
No soñar no
es de niños,
lo sabemos ,
y si cada ser
en su interior
llevamos uno,
por qué les sorprende ver
cuando lo acuno,
o al invitarlo cada día
a que juguemos.
Soñar,
imaginar, creer
y sorprenderse,
querer amar,
volver a enamorarse,
pareciera que
por la edad
hay que olvidarse,
de querer
vivir
sin
atreverse.
Si pudiese hurgar
los
interiores,
liberaría cada
niño
encarcelado,
que cada ser
mayor
ha censurado,
aunque
recuerdan feliz
sus loco
errores.
Que la vida
me mantenga
despeinado,
con el sueño
de un amor
llevando
flores,
que nunca me
ganen
los temores,
que nunca
encontraré
lo imaginado.
Que nunca
tenga que velar
mi niño amado,
ni que deje
de soñar
por los sermones.
Dardo
Campostrini.
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