Qué pena el olvido
Que triste el olvido,
creo que di todo
y hoy abandonado
aquí en un costado,
me hago preguntas
que nadie contesta,
porque solo un perro
duerme aquí, a mi lado.
Cuando yo sonaba
había este silencio,
aprendían mis notas,
todos me escuchaban,
había sonrisas
y fui en un momento,
el cetro orgulloso
de alguien que me amaba.
Me admiraban todos,
porque todos estaban.
Pienso y no lo
entiendo,
casi me han matado,
al dejarme solo,
viví por las manos,
porque solo muero
si no me acarician,
hoy sí soy nostalgia,
mi tiempo ha pasado.
Pero yo recuerdo
sonar aun cansado,
para la maestra
y a los que ha enseñado,
entonces pregunto
sin voz a mis cuerdas,
si estoy aquí solo,
DARDO CAMPOSTRINI.